A sus 22 años, Lizeth Atoccsa dio a conocer que había adquirido su primer departamento, una noticia que rápidamente se volvió tendencia. Lejos de tratarse de un nuevo video viral o una colaboración con marcas, esta decisión personal la llevó a ocupar titulares en medios nacionales.
En cuestión de días, su nombre trascendió las redes sociales y generó una ola de reacciones: mientras su comunidad digital la felicitaba, también surgieron críticas por su condición de beneficiaria de Beca 18, un programa estatal orientado a jóvenes en situación de pobreza.
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Lo que comenzó como una conversación en redes sociales pronto captó la atención de los medios informativos. El debate se centró en una pregunta que se repitió con insistencia: ¿alguien en condiciones de comprar un departamento debería seguir accediendo a un subsidio estatal dirigido a jóvenes sin recursos? Frente a la creciente controversia, el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) intervino para aclarar los fundamentos que respaldan la beca otorgada a Atoccsa.
Respuesta de Beca 18
Alexandra Ames, directora ejecutiva de Pronabec, fue enfática al responder: “El objetivo de Beca 18 es la salida de la pobreza a través de la educación”. Con esta declaración, hecha en plena controversia, subrayó uno de los principios fundamentales del programa: alcanzar una mejor situación económica no descalifica a los beneficiarios, siempre que hayan cumplido con los requisitos al momento de postular.
“Lo que buscamos es identificar a estos jóvenes talentosos y que triunfen económicamente”, indicó Ames, reforzando que el avance económico no se castiga, sino que representa el propósito mismo del subsidio educativo. En esa línea, mencionó que si la joven no hubiese recibido la subvención económica, probablemente no habría podido iniciar su camino como creadora de contenido.
Según explicó la directora, fue gracias al primer desembolso de Beca 18 que Lizeth logró comprar el celular con el que inició su camino en la creación de contenido digital. Ese primer paso marcó el inicio de una trayectoria que ella misma construyó con dedicación y perseverancia. Para Alexandra Ames, la historia de Atoccsa ilustra cómo la educación pública, cuando se complementa con oportunidades reales, puede tener un impacto verdaderamente transformador.
La directora de Pronabec remarcó este contraste para subrayar el impacto que el acceso a la educación puede tener en la vida de jóvenes que parten de contextos complejos.