La aparición de un cocodrilo de tres metros y medio en la playa del sector Nuevo Paraíso, en el distrito de Zorritos, en la región Tumbes, no solo generó alarma entre vecinos y turistas, sino que encendió la alerta de especialistas sobre un fenómeno que podría repetirse con mayor frecuencia. Así lo advirtió la ingeniera Erika Gamboa, directora forestal de fauna silvestre y asuntos ambientales agrarios de la región, quien confirmó que la presencia de estos reptiles en el mar “ya se está volviendo habitual”.
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“En estos momentos sí, ya parece que se está haciendo habitual que los cocodrilos estén en el mar”, declaró.
Gamboa explicó que obras de limpieza y mantenimiento en el río Tumbes han alterado el hábitat de esta especie, empujándola a buscar nuevos espacios, incluso en aguas saladas. “El cocodrilo tiene una adaptabilidad rápida al agua salada. Mientras no se le moleste, es un animal tranquilo, pero si se siente bajo amenaza, puede atacar”, señaló.
Especie en peligro de extinción
Del mismo modo, añadió que se trata del cocodrilo americano (Crocodylus acutus), una especie en peligro de extinción que solo hábitat en Tumbes. Ante ello, pidió a la población que evite agredir o matar a estos animales y, en su lugar, comunique cualquier avistamiento a las autoridades competentes.
“Es parte única de nuestra fauna regional y debemos protegerla. Si lo vemos, no lo molestemos ni lo ataquemos; nuestra responsabilidad es cuidarlo”, subrayó, reiterando que cada ejemplar es invaluable para la conservación de la biodiversidad tumbesina.
Por su parte, el médico veterinario, Jorge Alexander Reyes Rueda, explicó que el réptil es un adulto con un largo tiempo en el mar, ya que presenta residuos marinos en la piel. “Su reincorporación a su hábitat natural se va evaluar aún, por el momento se va entregar al centro de conservación de cocodrilos de Tumbes, en Puerto Pizarro”.
Finalmente, detalló que la población reportó varios avistamientos de cocodrilos, pero nunca lograron atraparlos, siendo la primera vez que capturan a un réptil.