El conflicto por la avenida Los Algarrobos ha llegado a un punto decisivo. Más de 300 familias del sector Las Gardenias enfrentan un inminente desalojo para dar paso a la rehabilitación de pistas y veredas valorizada en más de S/ 18 millones, considerada una obra estratégica para mejorar la conectividad y seguridad en el noroeste de Piura.
La intervención, prevista para el pasado jueves 25 de septiembre, fue suspendida por falta de efectivos policiales especializados. Sin embargo, la Procuraduría Municipal confirmó que el proceso se retomará, pues liberar la vía es vital para que la obra no quede entrampada ni pierda su financiamiento. “Este proyecto es de interés público y no hay marcha atrás en la recuperación de las áreas invadidas”, precisó la entidad.
Vecinos que piden la obra
Los moradores de Los Algarrobos, La Primavera y Las Magnolias coinciden en que la ejecución de la avenida es un paso histórico para transformar su entorno. “Una vía pública no se puede invadir. El progreso llega con orden urbano”, enfatizó una dirigente vecinal, aludiendo a los problemas de polvareda que afectan la salud de niños y adultos mayores. Mientras que, otros líderes destacaron que la obra permitirá descongestionar el tránsito y elevar la calidad de vida de más de 1 800 familias que llevan décadas esperando esta inversión.
El drama de las familias ocupantes
Del otro lado, las familias de Las Gardenias viven días de incertidumbre. La mayoría llegó hace más de diez años buscando un lugar donde vivir ante la falta de vivienda propia. Hoy, algunos ya cuentan con servicios básicos como luz y agua, aunque reconocen no pagar tributos. Además, plantean su formalización o, en su defecto, una reubicación que no los deje en la calle. “No pedimos lujos, solo un techo donde nuestros hijos puedan crecer con dignidad”, expresó una de las dirigentes.
Tras la frustrada diligencia de desalojo, los vecinos detallaron que esperan la instalación de una mesa de diálogo para hallar una solución al problema. “Nosotros vamos a luchar hasta lo último, acá tenemos 14 años y no estamos conformes que nos vengan a sacar de esta manera”, expresó una vecina.
Una decisión impostergable
El destino de la avenida Los Algarrobos enfrenta así un dilema: mientras la ciudad exige liberar la vía pública para no perder una inversión millonaria, más de 300 familias luchan por no quedar desamparadas. En tanto, la tensión persiste en la zona y todo apunta a que el desalojo será cuestión de tiempo.
Finalmente, el desenlace marcará no solo el futuro de una obra clave para Piura, sino también el destino de cientos de hogares que podrían perderlo todo en nombre del progreso.