Una escena de horror se descubrió en la provincia de Huaral, donde una madre de familia y sus dos pequeños hijos fueron hallados sin vida, enterrados dentro de su propia vivienda. El hecho, que ha causado conmoción nacional, tiene como principal sospechoso al conviviente de la víctima, quien habría confesado el crimen ante las autoridades.
Se trata de María Dominga Pérez Tarifeño, de 39 años, quien vivía junto a sus hijos de 4 y 8 años en la urbanización Bautista, distrito de Huaral. De acuerdo con la información policial, el hallazgo de los cuerpos se produjo a unos dos metros de profundidad, dentro del inmueble que compartía con su pareja, Luis Florencio Ordinola Sotomayor (28).
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El hallazgo se produjo luego de que los vecinos denunciaran fuertes olores fétidos provenientes de la vivienda. Tras la alerta, personal policial llegó al lugar y, al excavar el piso, halló primero el cuerpo de uno de los niños, seguido por los restos de la madre y del otro menor. La macabra escena confirmó lo que temía la familia: la desaparición denunciada días atrás terminó en tragedia.
Investigación
El general PNP Juan Mundaca informó que el caso se investiga como un triple homicidio y que la principal hipótesis apunta a un posible envenenamiento, debido a la ausencia de impactos de bala o signos de lucha violenta. Los peritos forenses del Ministerio Público realizaron la recuperación de los cuerpos para los análisis toxicológicos que determinarán la causa exacta de la muerte.
Las diligencias revelaron que el crimen aparentemente tuvo una exhaustiva planificación, pues los cuerpos estaban cuidadosamente enterrados en el interior de la casa, lo que denota premeditación. El presunto autor, Luis Ordinola Sotomayor, permanece detenido en la unidad de criminalística de Huaral, mientras la Fiscalía amplía las investigaciones para esclarecer el móvil del crimen.
De acuerdo con el hermano de la víctima, María llevaba una semana desaparecida. Ella era una madre trabajadora, dedicada a la venta ambulante de canchita y helados en las calles de Chancay y Huaral. “Era una mujer buena, luchadora, siempre pendiente de sus hijos. No se metía con nadie”, relató entre lágrimas un vecino del sector.
La Policía Nacional del Perú, en coordinación con el Ministerio Público, continúa recabando evidencias en la escena del crimen y no descarta que el detenido haya intentado ocultar el hecho tras enterrar los cuerpos.
Este triple asesinato, cometido dentro del hogar familiar, ha estremecido a la población huaralina, que exige justicia para María y sus pequeños.



