Angustia y desesperación es lo que viven los familiares de los cinco pescadores de Máncora que zarparon hace más de dos semanas y no han regresado. La embarcación Álvaro Alejandro, con matrícula ZS-28574-BM, partió del muelle artesanal el 28 de mayo con destino a las zonas de pesca ubicadas entre Bayóvar y Paita, y desde el 5 de junio no se tiene ningún rastro de la nave ni de su tripulación.
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Se trata de los pescadores Nilton Navarro Carlin (65 años), Tranquilino Navarro Carlin (55 años), Cristhian Guerrero Mena (25 años), Danner Farfán Secien (47 años) y Diego Mendoza Pardo (28 años). Todos ellos son hombres de mar muy queridos en el balneario mancoreño, lo que viene generando una fuerte movilización social en la zona.

El último contacto y la alarma
Según los reportes, el último contacto con la embarcación ocurrió el jueves 5 de junio a las 8:00 a.m. vía radio, cuando el patrón informó que se encontraban en las coordenadas 05°30’ latitud / 82°20’ longitud. Indicó además que la nave se había quedado sin combustible y estaban a la espera de apoyo. Desde ese momento, no se ha vuelto a saber nada de ellos.
El propietario de la embarcación, el señor Luis Alberto Querevalú, ante la falta de resultados en los esfuerzos oficiales, decidió sumarse personalmente a la búsqueda utilizando su segunda embarcación, la North Fish (matrícula TA-65127-CM), sin éxito.
Posteriormente, una patrullera de la Marina de Guerra del Perú zarpó el sábado 14 de junio con el objetivo de iniciar el rastreo en altamar. Sin embargo, la operación se interrumpió al día siguiente a consecuencia de una falla mecánica, lo que obligó al buque a regresar al puerto de Paita.
Esta situación aumentó la indignación entre los familiares, quienes denuncian falta de logística y respuesta oportuna por parte de las autoridades.
Búsqueda por aire
Ante la inacción y la falta de noticias, los familiares de los desaparecidos organizaron nuevas protestas el domingo 16 de junio frente a la Capitanía de Máncora. En medio de lágrimas y pancartas, exigieron al Gobierno central el despliegue urgente de una búsqueda aérea.
“El tiempo juega en contra, necesitamos una avioneta ahora. Nuestros hermanos están en el mar y no sabemos si aún están con vida”, dijo Henry Navarro, hermano de dos de los pescadores.
La presión surtió efecto: en las primeras horas del martes 17 de junio, una aeronave de la Marina despegó desde el aeropuerto Jorge Chávez de Lima rumbo a la costa norte del país, con la misión de sumarse a las labores de búsqueda y rescate.
Esperanza que no se apaga
La llegada de esta aeronave representa un rayo de esperanza para las familias, que mantienen la fe en hallar con vida a sus seres queridos. La población de Máncora, unida por el dolor, sigue atenta a cada paso del operativo, mientras se espera que más recursos marítimos y aéreos sean destinados a la búsqueda.

Los familiares insisten: cada hora que pasa es crucial. Y en el silencio del océano, aún confían en escuchar de vuelta la voz de sus pescadores.