El congresista César Revilla, actual vocero de Fuerza Popular, enfrenta cuestionamientos luego de que una investigación del programa periodístico ContraCorriente revelara que, desde enero de 2022, viene cobrando un sueldo como profesor asociado de la Universidad Nacional de Piura (UNP) sin que haya pruebas claras de que cumpla con las horas de dictado que su contrato exige, habiendo cobrado hasta la fecha 287 mil 564 soles.
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Revilla es dentista de profesión, profesor de la escuela política del fujimorismo y parlamentario desde julio de 2021. Según los registros de la UNP, figura como docente asociado con una carga de 17 horas efectivas por semana, por las que recibe un salario mensual de S/ 4,958. Esto le ha significado ingresos por un total de S/ 287,564 hasta febrero de 2025.
Inconsistencias en el pago de su labor académica
Las boletas de pago indican que César Revilla cobra como profesor de la Facultad de Educación, pero el legislador afirma que enseña en la Facultad de Ciencias de la Salud. Cuando el programa periodístico le consultó sobre el curso o los cursos que dictó el último ciclo, no pudo recordarlo. Tampoco precisó horarios, limitándose a señalar que dicta clases los sábados y domingos, y que no interfieren con su labor como parlamentario.
La exigencia formal para un docente asociado en la UNP es cumplir 17 horas presenciales semanales. Para críticos y especialistas, esta carga resulta difícilmente compatible con las obligaciones de un congresista, que según la ley debe ejercer su labor con dedicación exclusiva. El propio Revilla sostiene que cuenta con autorización del Congreso para realizar actividad docente y que su desempeño no constituye ninguna irregularidad.
El trasfondo legal y las posibles implicancias
La Universidad Nacional de Piura fue fundada el 3 de marzo de 1961 y actualmente cuenta con 14 facultades, decenas de docentes nombrados y miles de alumnos. El presupuesto con el que paga a su plana docente proviene del Estado. Es por ello que especialistas en derecho penal advierten que el caso podría configurar presuntos delitos de peculado o uso indebido de recursos públicos, al tratarse de un pago por un servicio que, aparentemente, es «fantasma».
Además, el hecho de que Revilla no pueda precisar el contenido de sus asignaturas, sumado a la falta de evidencias sobre su presencia regular en las aulas, agrava las sospechas. “Aquí no solo está en juego un posible delito, sino la confianza en la administración de fondos públicos en las universidades estatales”, señalan expertos consultados.
Silencio institucional
Hasta el momento, la UNP no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso ni ha explicado cómo se supervisa el cumplimiento de las horas académicas de sus docentes, en especial de aquellos que también ejercen funciones públicas de alto nivel.
Mientras tanto, Revilla continúa desarrollando actividades políticas como vocero de la bancada fujimorista, participando en giras por todo el país y en capacitaciones internas de su partido. Su supuesta labor académica, sin embargo, sigue siendo un misterio para la opinión pública.