El INPE no va más. El presidente de la República José Jerí anunció el cierre del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y la puesta en marcha de una nueva entidad: la Superintendencia Nacional de Internamiento y Resocialización (Sunir), que comenzará a operar en enero de 2026. La medida forma parte de las facultades legislativas otorgadas al Ejecutivo para enfrentar la crisis de seguridad ciudadana y apunta a desmontar las estructuras criminales que por años han operado desde las cárceles.
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Durante su pronunciamiento, Jerí sostuvo que recibe “un sistema penitenciario colapsado”, deteriorado por décadas de abandono, corrupción interna y una infraestructura que facilita el control que ejercen las mafias desde los penales. Cuestionó con firmeza que gobiernos anteriores permitieran la instalación de teléfonos públicos en las cárceles, herramienta que —según remarcó— se convirtió en una vía para el crecimiento de las extorsiones y la coordinación de delitos desde los pabellones.
El mandatario reveló además que, desde 2010, todas las llamadas realizadas en los penales se encuentran registradas, pero lamentó que esta información no se utilizara de forma estratégica para identificar redes criminales ni desarticular sus cadenas de mando. Esa omisión, afirmó, permitió que la delincuencia organizada siga utilizando las prisiones como centros de operaciones.
La Sunir asumirá todas las competencias del actual INPE, pero bajo un modelo renovado de supervisión, control y resocialización. Jerí explicó que esta superintendencia contará con mayores herramientas para fiscalizar los establecimientos penitenciarios y romper con “estructuras capturadas por la corrupción”, que —según dijo— han impedido por años cualquier intento real de reforma.
Cambios
Uno de los cambios inmediatos será la salida del jefe del INPE, Iván Paredes Yataco, investigado por la Fiscalía Anticorrupción. Aunque continuará en el cargo hasta enero, el Ejecutivo aclaró que su permanencia responde únicamente a una fase de transición para garantizar un traslado ordenado de funciones. El mandatario precisó que, pese a su situación fiscal, Paredes ha cumplido las disposiciones del Gobierno en esta etapa final del organismo.
Con esta reforma, el Gobierno busca recuperar el control del sistema penitenciario, considerado uno de los puntos más críticos de la criminalidad organizada. La creación de la Sunir representa el primer paso de un proceso que, según Jerí, permitirá modernizar la gestión carcelaria, fortalecer la seguridad y cerrar el paso a las mafias que han operado con impunidad desde dentro de los penales.



