Miguel Uribe Turbay, senador del partido Centro Democrático y aspirante a la presidencia de Colombia para las elecciones de 2026, murió este lunes a los 39 años, tras casi dos meses de lucha por su vida luego de sufrir un atentado el pasado 7 de junio en la capital colombiana.
La noticia la confirmó su esposa, María Claudia Tarazona, a través de un mensaje en redes sociales que conmocionó a la opinión pública: “Pido a Dios me muestre el camino para aprender a vivir sin ti. Descansa en paz, amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos”.
Situación se agravó
Uribe Turbay permanecía internado en la clínica Fundación Santa Fe de Bogotá desde el día del ataque, donde fue sometido a múltiples intervenciones quirúrgicas para tratar las graves lesiones provocadas por dos disparos en la cabeza y uno en la pierna izquierda. Aunque inicialmente presentó leves signos de mejoría, su estado se agravó el pasado sábado debido a una hemorragia en el sistema nervioso central, lo que lo llevó nuevamente a una condición crítica.
«En las últimas 48 horas su estado clínico revirtió a una condición crítica, debido a un episodio de hemorragia en el sistema nervioso central. Esta condición requirió nuevos procedimientos neuroquirúrgicos de urgencia que han logrado estabilizarlo», dijo la Fundación en un parte médico hace dos días.
El atentado ocurrió mientras encabezaba un mitin político en un parque del barrio bogotano de Modelia. La ráfaga de disparos interrumpió abruptamente su discurso y sembró el pánico entre sus seguidores. Hasta el momento, las autoridades no han informado sobre capturas relacionadas con el ataque.
Uribe Turbay, abogado y político de trayectoria, fue secretario de Gobierno de Bogotá y se perfilaba como una de las cartas más fuertes de la derecha colombiana para las próximas elecciones presidenciales. Su asesinato reaviva las alarmas sobre la violencia política en el país y deja un profundo vacío en la escena electoral.
«Nuestro amor trasciende este plano físico. Espérame… tendremos nuestra segunda oportunidad», concluyó su esposa en su mensaje, reflejando el dolor de una familia que pierde a un esposo y padre, y el luto de una nación que ve truncado el futuro de uno de sus líderes más prometedores.