Un nuevo capítulo de tensiones remeció el ámbito político peruano este lunes 15 de julio, tras las declaraciones del Contralor General, Nelson Shack, quien advirtió sobre la existencia de múltiples cuentas bancarias a nombre de la presidenta de la República, Dina Boluarte, de las cuales no se tenía conocimiento hasta la fecha, insinuando la posibilidad de un desbalance patrimonial.
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Sin embargo, las acusaciones de Shack encontraron una contundente respuesta por parte del presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén. Este último rechazó las afirmaciones del titular de la Contraloría, cuestionando además la filtración de información confidencial. Adrianzén enfatizó el derecho al secreto bancario de todos los ciudadanos y calificó de alarmante la divulgación de una carpeta de la Contraloría vinculada al caso.
«Me sorprende sobremanera que una carpeta de la Contraloría General de la República vinculada a esta materia se haga pública. Cuando todos sabemos que tenemos como ciudadanos el derecho al secreto bancario», declaró Adrianzén en una intervención ante la prensa.
Además, el primer ministro desmintió categóricamente la existencia de cualquier desbalance patrimonial en las cuentas de Boluarte, argumentando que un análisis detallado demostraría que las cuentas mencionadas por la Contraloría contienen montos insignificantes. Según Adrianzén, al menos dos de las cuentas mencionadas tienen saldos tan bajos que ni siquiera alcanzan los dos soles. En este sentido, señaló que, conforme a las normativas vigentes, estos saldos mínimos no requieren ser declarados.
El cruce de declaraciones entre Shack y Adrianzén refleja un ambiente de tensión política, donde se confrontan interpretaciones sobre la transparencia en el manejo de fondos públicos y el respeto a la privacidad bancaria.