La Dirección Regional de Salud (Diresa) de Piura alertó sobre el incremento de casos de leptospirosis en lo que va del año. El doctor César Guerrero, médico infectólogo de la institución, confirmó que la cifra de contagios se ha duplicado respecto al 2024, pasando de 162 casos (116 confirmados y 46 probables) a 316 notificados en 2025, de los cuales 134 ya fueron confirmados; además de registrarse un fallecimiento.
Según el especialista, las provincias más afectadas son Sullana (148 casos), Bellavista (52), Tambogrande (12) y Castilla (11). El grupo más golpeado por la enfermedad es la población económicamente activa, comprendida entre los 18 y 59 años.
“Sí, hay un aumento y todavía no termina el año. Este incremento está relacionado con las malas condiciones de drenaje y el afloramiento de aguas servidas que exponen a la población”, precisó Guerrero.
Aguas servidas: el principal foco de contagio
El infectólogo explicó que, si bien las lluvias pueden agravar la situación, el verdadero riesgo surge cuando las aguas residuales se mezclan con el agua de lluvia y se generan empozamientos donde circulan animales portadores, principalmente ratas, cuya orina contiene la bacteria Leptospira.
“El agua de lluvia no es peligrosa mientras no se mezcle con aguas servidas. El problema aparece cuando hay colapsos de desagüe, algo frecuente en Piura. Allí se produce el contagio”, detalló.
La enfermedad se transmite cuando una persona tiene contacto con agua contaminada y esta ingresa al organismo a través de pequeñas heridas o laceraciones en la piel. Aunque no se transmite de persona a persona, puede provocar complicaciones graves si no se diagnostica a tiempo.
Síntomas que se confunden con dengue
El doctor Guerrero advirtió que la leptospirosis suele confundirse con el dengue, ya que ambas presentan fiebre, dolor de cabeza y malestar general. Sin embargo, existen señales que deben encender las alarmas:
- Dolor muscular intenso, especialmente en las piernas.
- Tos con sangre o síntomas respiratorios.
- En algunos casos, ictericia (piel amarillenta), lo que puede llevar a confundirla con hepatitis.
“Si un paciente presenta estos síntomas y ha estado en contacto con aguas estancadas o servidas, debemos sospechar de leptospirosis y acudir de inmediato al centro de salud”, recomendó.
Tratamiento y prevención
El tratamiento, según el especialista, es sencillo y accesible si se detecta en etapas tempranas. Puede realizarse con amoxicilina, eritromicina, doxiciclina o penicilina. En casos severos, el paciente requiere hospitalización para recibir tratamiento intravenoso.
Actualmente, no existe vacuna contra la leptospirosis, por lo que las medidas de prevención son esenciales:
- Evitar el contacto directo con aguas servidas o estancadas.
- Usar botas de jebe u otra protección si se transita por zonas inundadas.
- No permitir que los niños jueguen en charcos o lagunas formadas por lluvias.
Riesgo de secuelas
En casos severos, la enfermedad puede derivar en la llamada enfermedad de Weil, una forma grave que afecta órganos vitales como el hígado, riñones, cerebro o pulmones, dejando secuelas permanentes.Riesgo de secuelasEn casos severos, la enfermedad puede derivar en la llamada enfermedad de Weil, una forma grave que afecta órganos vitales como el hígado, riñones, cerebro o pulmones, dejando secuelas permanentes.
“El 90% de los casos son leves, pero el 10% puede complicarse seriamente. Por eso es fundamental prevenir y no exponerse a aguas contaminadas”, enfatizó Guerrero.
El especialista hizo un llamado urgente a las familias piuranas para reforzar los cuidados, sobre todo en distritos donde los desagües colapsan con frecuencia tras las lluvias.
“He visto niños jugando en esas aguas sucias como si fueran piscinas. Eso no es un juego, es un riesgo real. Esas aguas están contaminadas y pueden causar una enfermedad que, si se complica, puede ser mortal”, advirtió.
La detección temprana —recalca el doctor Guerrero— puede marcar la diferencia entre una recuperación completa y una complicación grave.



