Un reciclador identificado como Max Camacho Vargas, de 27 años, fue asesinado a balazos en el distrito de San Juan de Lurigancho, en Lima. Según testigos, el ataque ocurrió en plena vía pública luego de una persecución de aproximadamente de 10 cuadras por parte de dos sujetos que se desplazaban en una motocicleta lineal.
El crimen tuvo lugar en el sector del asentamiento humano Huáscar y la escena fue brutal. Según testigos, Max y su pareja corrían desesperadamente por las calles del distrito intentando escapar de dos delincuentes motorizados. La persecución duró varias cuadras, hasta que los sicarios alcanzaron a su víctima y le dispararon por la espalda en tres ocasiones, dejándolo gravemente herido en el suelo.
Vecinos del lugar, consternados por el ataque, intentaron salvarle la vida y lo trasladaron de emergencia al Hospital El Diez de Canto Grande. Pero nada se pudo hacer. Max llegó sin signos vitales.
Denunciaron falta de apoyo policial
La víctima se ganaba la vida reciclando materiales, mientras que su familia cuenta con un negocio de calzado. Desde hace más de un año, vienen siendo víctimas de amenazas y extorsiones por parte de una organización criminal que se hace llamar “la banda del Loco Arón”, quienes exigen pagos de hasta S/10 mil para permitirles trabajar en paz.
En tanto, la familia denunció el hecho ante la Depincri de San Juan de Lurigancho, pero los deudos aseguran no haber recibido protección alguna por parte de las autoridades.
Este crimen no solo ha dejado una familia destruida, sino también la población indignada. “Esto pudo evitarse. Ellos pedían ayuda desde hace meses”, declaró un vecino entre lágrimas.
Mientras tanto, la inseguridad sigue imponiendo su ley en uno de los distritos más peligrosos de Lima. Y la justicia, una vez más, parece llegar demasiado tarde.
