Lo que comenzó como un día normal de juegos terminó en tragedia para la familia de Estela Jiménez Tezén. Su hijo de seis años sufrió la mutilación de cuatro dedos de su mano izquierda el pasado 25 de septiembre, luego de que un pirotécnico (avellana) que encontró en la calle detonara mientras jugaba en el sector 8 del asentamiento humano Nueva Esperanza, en el distrito de Veintiséis de Octubre.
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“Ellos estaban jugando afuera, y cuando los llamé, entraron rápido y se dirigieron al corral, pero no me di cuenta de lo que traían. Mi hijito, el perjudicado, jugaba. Escuché un golpe fuerte y, de pronto, él vino corriendo con su manito destrozada, diciéndome: ‘Mamá, se quebraron todos mis dedos’”, cuenta Estela entre lágrimas.
La desesperada madre, con la ayuda de los vecinos, trasladó a su hijo al Hospital Santa Rosa, donde fue sometido a una cirugía de emergencia al día siguiente. El procedimiento, que duró cuatro horas, logró salvar parte de la mano, pero el niño perdió los cuatro dedos. Tras pasar 15 días internado, su recuperación ha sido dolorosa y lenta.
Una lucha diaria por la vida de su hijo
Estela enfrenta no solo el dolor de ver a su hijo en esta situación, sino también la angustia económica. “No tengo dinero y menos la ayuda de su papá. Cada día hay gastos porque tengo que curarlo diariamente, y algunos medicamentos son caros. Mi hijo necesitará otra operación en seis meses, para retirar las esquirlas que quedaron”, relata.
Pese a las dificultades, Estela se aferra a la esperanza de que su hijo pueda recuperar parte de su vida normal. Ella hace un llamado a la solidaridad para recibir el apoyo necesario en esta lucha diaria.
Para quienes deseen colaborar, Estela ha puesto a disposición Yape con el número de cuenta 947177947 a nombre de María Antonia Tezén Gonza.
En tanto, lo vecinos pidieron que se realice una inspección en la zona debido a que temen la presencia de más pirotécnicos.