Mariano Altamirano Ramos, de 21 años, el principal acusado del crimen del cantante de Armonía 10, Paul Flores, rompió en llanto durante su última audiencia y suplicó compasión ante los jueces. Con la voz quebrada y visiblemente afectado, el presunto sicario apeló a su rol como padre y pidió clemencia, asegurando que sus hijos dependen de él.
«Señor juez, usted sabe que los hijos no vienen gratis. Tengo pruebas de que yo pago las cosas de mi hijo. No sé si mis hijos han comido o no», expresó entre lágrimas Altamirano, alias ‘Marianito’, mientras rogaba por su liberación.
De presunto sicario a víctima en el estrado
El testimonio del acusado sorprendió a los presentes en la sala, pues no solo negó cualquier implicación en el crimen del popular artista, sino que además insistió en que no tiene intenciones de huir del país.
«No estoy pidiendo que me liberen para escapar. Solo les pido que consideren mi situación familiar», sostuvo el detenido, quien hasta hace unos días estaba prófugo de la justicia.
Sin embargo, las pruebas en su contra parecen contundentes. Altamirano Ramos fue capturado recientemente en el distrito de Los Olivos, tras un operativo policial basado en información de una fuente anónima. Su arresto, según fuentes de la Policía Nacional del Perú (PNP), marca un avance clave en la lucha contra la organización criminal liderada por Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’.
Un historial criminal que lo delata
Lejos de ser un ciudadano común, las investigaciones lo vinculan no solo con el asesinato de Paul Flores, sino también con una serie de crímenes recientes en la capital. Se le atribuye haber participado en un atentado explosivo contra un tragamonedas en Comas y en el homicidio de un vigilante en una pollería del mismo distrito. Además, se le señala como el brazo armado de la banda de ‘El Monstruo’, encargándose de ordenar reglajes y extorsionar a comerciantes, transportistas y artistas.
Además, en enero pasado salió en libertad, luego de ser detenido por el robo de un vehículo por el cual exigían una suma de dinero para su devolución.
Pese al llanto, que muchos catalogan como una estrategia para evadir a la justicia, el Juzgado de Investigación Preparatoria dictó siete días de detención preliminar, luego de ello, la Fiscalía decidirá si solicita prisión preventiva en su contra o no.
Mientras tanto, la familia y seguidores de Paul Flores exigen que el peso de la ley caiga con todo su rigor sobre los responsables de su muerte.
