El Congreso de la República no logró aprobar por completo la reforma constitucional que restituye la reelección inmediata de gobernadores y alcaldes, trasladando la decisión final a las urnas. Con 77 votos a favor, 26 en contra y una abstención, el Pleno no alcanzó los 87 votos necesarios para aprobar la medida en segunda legislatura. Sin embargo, al haber superado los 66 votos mínimos, el dictamen deberá ser sometido a referéndum, de acuerdo con el artículo 206 de la Constitución.
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Se trata de una decisión de alto impacto político. El país volverá a debatir si los alcaldes y gobernadores deben tener derecho a un segundo mandato inmediato, luego de que en 2015 una reforma eliminara esa posibilidad como respuesta a los altos niveles de corrupción y el desgaste institucional en gobiernos subnacionales.
Respaldo y oposición
El texto aprobado propone modificar los artículos 191 y 194 de la Constitución para permitir una reelección inmediata por un periodo adicional de cuatro años. La propuesta tuvo el respaldo de las bancadas como Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Renovación Popular, Avanza País, Bloque Magisterial, Somos Perú y Honor y Democracia. En oposición votaron Podemos, Juntos por el Perú, Voces del Pueblo y la Bancada Socialista. Dos congresistas de Acción Popular se abstuvieron, revelando también las tensiones internas en dicha agrupación.
El debate fue presidido por el tercer vicepresidente del Congreso, Alejandro Cavero, quien confirmó que, al no haberse alcanzado el respaldo requerido, “la ley de reforma constitucional deberá ser ratificada mediante referéndum”.
La reforma reúne cinco proyectos de ley acumulados, entre ellos el 1297/2021 y el 10343/2024, y sus defensores sostienen que permitir la reelección garantiza continuidad, eficiencia y aprovechamiento de la experiencia en la gestión pública. Sin embargo, sus detractores advierten que podría abrir la puerta a prácticas clientelistas, concentración de poder y escasa renovación democrática.
Un debate pendiente con la ciudadanía
La votación parlamentaria es solo el inicio de una nueva etapa de discusión política. Esta vez, será la ciudadanía la que tenga la última palabra en las urnas. Aunque aún no se ha definido la fecha del referéndum, el tema promete polarizar a la opinión pública en un contexto donde el descrédito hacia las autoridades sigue en aumento.
El país se encamina, así, a un debate crucial sobre gobernabilidad, eficiencia y democracia local. La pregunta de fondo no es solo si deben reelegirse alcaldes y gobernadores, sino si el sistema político actual puede garantizar que esa reelección sirva al interés público y no a los intereses personales de quienes detentan el poder.