El caso de la desaparición y presunto homicidio de Anthony Camizán Guerrero dio un giro determinante tras el hallazgo de su teléfono celular iPhone 11, ubicado en la provincia de Morropón luego del rastreo del IMEI, después de tres años y dos meses de ocurridos los hechos. El dispositivo fue encontrado en posesión del suboficial PNP Mell Gipson Sancarranco Vega, actualmente detenido e investigado por los presuntos delitos de encubrimiento real y obstrucción a la justicia agravada.
De acuerdo con la documentación fiscal, testimonios y pericias dan cuenta de que el aparato fue entregado a Sancarranco por el también policía Edixon Rone Córdova Godos, principal sospechoso de la desaparición del joven universitario. Este elemento constituye, según la familia, la primera prueba directa de que pertenencias de Anthony estuvieron en manos de agentes policiales sin que ello fuera informado en su momento, pese a la relevancia del objeto en la reconstrucción de los hechos.
Elemento contundente
La Fiscalía cita como un elemento contundente la declaración de Maryury Yomira Sancarranco Távara, quien manifestó que fue el suboficial Mell Sancarranco quien decidió vender el teléfono celular que pertenecía a la víctima. Asimismo, el Ministerio Público señala que existe evidencia objetiva que demuestra comunicación frecuente entre Córdova Godos y Sancarranco durante el periodo posterior a la desaparición del joven, lo que, según el análisis fiscal, configura un posible intento coordinado de ocultar pruebas.
“El suboficial Sancarranco negaba todo vínculo con el principal sospecho (Edixon Córdova), pero gracias al levantamiento de las comunicaciones y geolocalización que recién se dio este año (2025) se supo que desde el día de la desaparición (21 de agosto de 2022) ambos policías tuvieron constantes llamadas, lo que hace presumir que era por el caso de la desaparición de Anthony Camizán”, informó una fuente.
En una declaración reciente, y en presencia de su abogado, el propio Sancarranco reconoció que el iPhone 11 de Anthony Camizán se lo entregó Córdova Godos. Esta admisión contrasta con sus versiones previas, en las que nunca mencionó haber tenido el aparato ni haberlo vendido, aumentando las sospechas de encubrimiento dentro de la institución policial.
Piden prisión preventiva para sospechoso
Ante estos nuevos elementos de convicción, la familia de Anthony Camizán reiteró su exigencia para que la Fiscalía solicite prisión preventiva contra Edixon Córdova Godos, argumentando que existe peligro real de fuga y riesgo de obstaculización de la investigación. Junior Camizán, hermano de la víctima, afirmó que el hallazgo confirma que la desaparición de Anthony estuvo acompañada de un intento por borrar pruebas clave. “No solo desaparecieron a mi hermano, también intentaron desaparecer su historia, sus rastros y todo lo que pudiera conducir a la verdad”, declaró.
La familia agradeció a los policías que sí han colaborado con la investigación, pero cuestionó a quienes —según sostienen— utilizaron su uniforme para encubrir un crimen. También reconocieron la labor de sus abogados, la Dra. Liliana Ulloa Beteta y el Dr. Raúl Coloma Barrios, quienes han impulsado diligencias claves que hoy permiten avanzar hacia la verdad.
El hallazgo del celular, considerado un elemento probatorio decisivo, refuerza la sospecha de que hubo maniobras para ocultar evidencias y marca un punto de quiebre en la investigación. La familia Camizán insistió en que continuará su lucha hasta obtener justicia. “No nos van a detener. Vamos a llegar a la verdad, caiga quien caiga”, expresó Junior Camizán.
