Un potente terremoto de magnitud 7,7 sacudió este viernes el centro-norte de Birmania y partes de Tailandia, dejando un saldo devastador de al menos 200 muertos y 730 heridos, según confirmó a EFE el portavoz de la junta militar birmana, Zaw Min Tun. La catástrofe ha obligado a las autoridades birmanas a declarar el estado de emergencia y realizar un inusual llamado de ayuda internacional.
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El epicentro del sismo se ubicó a 17 kilómetros de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania con 1,2 millones de habitantes, a una profundidad de 10 kilómetros, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Devastación en Tailandia y Birmania
En Bangkok, Tailandia, el gobernador Chadchart Sittipunt reportó el colapso de un edificio en construcción en la zona de Chatuchak, donde murieron al menos tres personas y más de 80 permanecen atrapadas. El viceprimer ministro tailandés, Phumtham Wechayachai, señaló que 81 personas siguen atrapadas bajo los escombros, mientras que el Instituto Nacional de Medicina de Emergencia (INME) informó de 50 heridos en el lugar.
En tanto, las calles de la capital tailandesa fueron cerradas al tráfico, y decenas de ambulancias y equipos de rescate trabajan contrarreloj en un ambiente cubierto de polvo de cemento. Además, la primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, declaró el estado de emergencia en Bangkok, suspendiendo temporalmente todas las líneas de metro y tren ligero. Se advirtió a la población mantenerse al aire libre ante posibles réplicas.
En Birmania, la ciudad de Mandalay sufrió el colapso de varios edificios, mientras que un monasterio se derrumbó en Taungoo, atrapando a 20 niños. En Sagaing, un puente se hundió por completo.
Asimismo, el sismo se sintió con fuerza en Ragún, la principal ciudad del país, donde se evacuaron edificios. Fuentes humanitarias en el terreno advirtieron que la cifra de víctimas podría aumentar conforme avanzan las labores de rescate.



