Un niño de tan solo 5 años, falleció este lunes 12 de mayo en cuestión de minutos dentro de su propia casa, en el asentamiento humano Micaela Bastidas II etapa, en la provincia de Sechura.
El reloj marcaba las 2:30 de la tarde cuando el pequeño, como todos los días, terminó de almorzar y se dirigió al baño a lavarse las manos. Según narró entre sollozos su abuelita, María Eca Fiestas, quien lo cuidaba con dedicación, Iker intentó echar agua al inodoro desde un tanque, como ya lo había visto hacer antes. Pero esta vez, el juego se volvió tragedia. El niño cayó dentro del tanque y, pese a los esfuerzos por rescatarlo y llevarlo al centro de salud más cercano, los médicos confirmaron lo que nadie quería oír: Iker ya no tenía signos vitales.
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«Mi hijito ha terminado de comer y se ha ido a lavar las manos. Ahora está muerto. Me dijo que quería hace “popo”, y se ha ido al baño», repetía desconsolada su abuela, incapaz de comprender cómo la rutina más inocente se transformó en una pérdida irreparable.
Iker no era un niño más. Era el alma del hogar, el motor de sus seres queridos. Su muerte ha conmocionado a la población, que aún no encuentra explicación a lo sucedido.
En tanto, las autoridades iniciaron una investigación para esclarecer las circunstancias exactas de lo ocurrido. No obstante, en medio del dolor, la familia del pequeño no quería que los restos sean trasladados a la morgue de Piura, debido a que son de escasos recursos económicos.