El dengue vuelve a encender las alarmas en el país. Hasta la segunda semana de enero, el Ministerio de Salud (Minsa) confirmó 2,550 casos, un aumento de casos en el inicio del año, aunque las cifras se mantienen entre un 20 % y 25 % por debajo del mismo periodo en 2024.
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A pesar de esta disminución interanual, las autoridades insisten en reforzar las medidas de prevención y detección temprana para evitar complicaciones graves o fallecimientos. Según el ministro de Salud, César Vázquez, la falta de diagnóstico oportuno es una de las principales causas de muertes por dengue.
“En el dengue se mueren porque no lo diagnostican temprano, no los atienden temprano. Si el dengue se atiende rápido, no tendría por qué morirse”, afirmó Vázquez. En ese sentido, hizo un llamado a la población para que acuda inmediatamente a los centros de salud al experimentar síntomas como fiebre, dolor muscular o malestar general.
El titular de Salud también destacó la importancia de eliminar los criaderos de mosquitos en los hogares, ya que el Aedes aegypti —vector de la enfermedad— encuentra condiciones ideales para reproducirse en recipientes con agua acumulada. Asimismo, pidió a los ciudadanos permitir el ingreso de las brigadas de salud, encargadas de fumigaciones y otras acciones preventivas.
“La lucha contra el dengue no es solo del Gobierno; es un esfuerzo colectivo. Si no tomamos las precauciones necesarias, estamos dando ventaja al mosquito y exponiéndonos a más contagios”, advirtió el ministro.
El Minsa continuará fortaleciendo las campañas de concienciación y desplegando equipos en zonas de alto riesgo para contener la enfermedad. Sin embargo, recalca que el éxito de estas acciones depende en gran medida de la colaboración activa de la ciudadanía.
El dengue, una enfermedad prevenible, sigue siendo un desafío de salud pública que exige atención inmediata y medidas conjuntas para evitar un nuevo brote masivo.