En un movimiento que erosiona aún más la confianza ciudadana en las instituciones, la Comisión de Constitución del Congreso de la República aprobó, por mayoría, un dictamen que permite a los parlamentarios hacer campaña política durante la semana de representación —con recursos del Estado— de cara a las elecciones generales del 2026.
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El proyecto, impulsado por Fuerza Popular y respaldado por legisladores de hasta 10 bancadas, incluye una modificación al Reglamento del Congreso que exime a los parlamentarios del principio de neutralidad política, un requisito legal obligatorio para todo funcionario público en época electoral.
El dictamen fue aprobado el 3 de junio, apenas once días después de que el proyecto 11306 se presentara. Con 15 votos a favor, 5 en contra y 4 abstenciones, contó con el respaldo de Fuerza Popular, Renovación Popular, Avanza País, Alianza para el Progreso, el Bloque Magisterial y Podemos Perú.
Artículo que introduce el texto aprobado
“Los parlamentarios en el ejercicio de sus funciones pueden expresar, defender y promover las posiciones ideológicas, programáticas y partidarias sin que ello constituya infracción al deber de imparcialidad y/o neutralidad. Esto no habilita actividades de proselitismo político en horarios en los que se desarrollen las sesiones de comisiones en las que son miembros y/o del Pleno del Congreso, salvo se solicite licencia sin goce de haber respectiva».
Esta aprobación deja un amplio vacío: no prohíbe el proselitismo durante la semana de representación, un periodo en el que los legisladores viajan a sus regiones con recursos públicos —S/ 2.800 mensuales como apoyo logístico, además de pasajes y viáticos— para supuestamente “recoger demandas ciudadanas”.
Expertos en derecho constitucional y electoral han levantado la voz de alarma y señalan que la medida “institucionaliza el uso político de fondos públicos. Se rompe por completo la equidad del proceso electoral”. Mientras tanto, otros funcionarios públicos que aspiran a un cargo están obligados a renunciar o pedir licencia, lo que evidencia una clara ventaja para los congresistas en campaña.
Entre los promotores de la medida figuran los fujimoristas Fernando Rospigliosi, César Revilla, Martha Moyano, Nilza Chacón y Rosangella Barbarán, así como legisladores de APP, Acción Popular, Podemos Perú, Renovación Popular, Bloque Magisterial y Avanza País.
Defiende propuesta
Al defender la propuesta, Rospigliosi, presidente de la Comisión de Constitución, afirmó que exigir neutralidad política a los parlamentarios es “una mutilación institucional”. Según su argumento, el Congreso es un órgano eminentemente político y, por tanto, debe tener libertad para promover posturas partidarias incluso mientras ejerce funciones oficiales.
Sin embargo, la interpretación del “ejercicio político” de la representación puede abrir la puerta al uso sistemático de recursos estatales con fines electorales. La modificación no exige que el congresista renuncie ni se aparte temporalmente del cargo para hacer campaña política, como sí ocurre con alcaldes, ministros y otros funcionarios.
De aprobarse en el Pleno, esta modificación sentaría un precedente peligroso: los legisladores podrían competir por la reelección utilizando su cargo, su visibilidad pública y fondos estatales, mientras sus oponentes deben ajustarse a restricciones legales.