InicioActualidadDemesio Mondragón, el sabor de la tradición que conquistó Piura

Demesio Mondragón, el sabor de la tradición que conquistó Piura

Desde sus inicios en Paimas hasta la creación de la Picantería Mondragón, Demesio Mondragón ha hecho de la perseverancia y el amor por la tradición las claves de un emprendimiento que hoy es símbolo de identidad piurana

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En esta nueva entrega de Piuranos de Éxito, conversamos con Demesio Mondragón Pintado, fundador de la reconocida Picantería Mondragón, un espacio que rescata la tradición culinaria piurana y se ha convertido en punto de encuentro para quienes disfrutan de la buena mesa. Con sencillez y orgullo, don Demesio comparte su historia de esfuerzo, los retos que enfrentó y sus sueños de seguir creciendo en el rubro gastronómico.

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Desde muy joven, su vida estuvo marcada por el trabajo en el campo y el apoyo al negocio familiar en su natal Paimas, Ayabaca. Aquellas experiencias moldearon su disciplina y le enseñaron el valor del sacrificio, valores que hoy transmite a sus hijos y a las nuevas generaciones de cocineros.

—Don Demesio, ¿cómo nació la idea de abrir su picantería y cuál es su historia como emprendedor?

Yo vengo de Paimas, Ayabaca, una tierra muy bonita de la que me siento orgulloso. Desde niño crecí entre el campo y un pequeño negocio familiar, donde aprendimos a trabajar desde temprano. Mis padres eran agricultores y nos enseñaron disciplina y sacrificio. A los 15 años decidí salir de mi tierra y venir a la ciudad en busca de nuevos horizontes. Poco a poco me fui inclinando por la cocina y las picanterías, y con esfuerzo, el apoyo de mi familia y la bendición de Dios, hoy tenemos un local propio que sigue creciendo y que también ha permitido que mis hijos se formen como profesionales.

—¿Qué significa para usted la comida criolla piurana y qué rol cumple en su negocio?

La gastronomía piurana es de lo mejor que tenemos en la región. Detrás de cada plato hay una cadena productiva que empieza en el agricultor y termina en la mesa del cliente. Nosotros tratamos de trabajar directamente con los productores para obtener insumos más frescos y de mejor calidad. Esto no solo garantiza un buen servicio, también ayuda a fortalecer la economía local. Lo que buscamos es que nuestros clientes encuentren en cada plato ese sabor auténtico de Piura.

—Usted también forma parte de la Asociación de Picanterías. ¿Qué importancia tiene mantener esa tradición?

Las picanterías son parte de nuestra identidad. Las recetas que heredamos de nuestros antepasados no deben perderse. Queremos que los jóvenes continúen con esa tradición, porque la picantería no solo ofrece comida: también genera trabajo. En mi local, por ejemplo, laboran 10 personas, y en otros hay hasta 20. Es un aporte importante a la economía y, sobre todo, una manera de mantener viva la cultura gastronómica piurana.

—¿Cuáles son los platos más representativos en Mondragón?

Tenemos varios, pero los más tradicionales son el seco de chabelo, la ronda criolla, la carne seca y la cochinita de chancho. También ofrecemos platos marinos como chita al ajo, langosta, mero, cabrillón y nuestra ronda marina, que es muy solicitada. Además, tenemos un trago típico, la cachadita, que se hace con licor de caña. Es un bajativo tradicional de la sierra piurana que nuestros clientes aprecian mucho.

—En su experiencia, ¿cuál ha sido el mayor reto como emprendedor?

Empezar desde abajo siempre es difícil. En mi caso, lo más complicado fue trabajar en locales alquilados. Cada año los contratos subían y muchas veces tenía que mudarme. Eso desestabiliza cualquier negocio. Gracias a Dios, ahora contamos con un local propio. Pero en general, el reto más grande es no rendirse. Los negocios tienen altibajos, y en los momentos difíciles es cuando se necesita más perseverancia e inteligencia para salir adelante.

—¿Cómo se han adaptado usted y su equipo a las nuevas tendencias y redes sociales?

Para quienes venimos de otra época, adaptarnos a la tecnología no ha sido fácil, pero hemos aprendido. Las redes sociales hoy son fundamentales para difundir lo que hacemos y llegar a más clientes. Eso sí, tratamos de innovar sin perder nuestras raíces. También agradezco mucho a mi equipo, porque son jóvenes entusiastas que aportan ideas y energía para seguir creciendo.

—Finalmente, ¿cuáles son sus proyectos a futuro?

Tenemos varios planes. En pocos meses inauguraremos un nuevo local, pero será un paso importante para seguir expandiendo la marca Mondragón. Queremos seguir creciendo, pero siempre manteniendo la esencia de la picantería piurana.

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