Casi la mitad de la población ocupada de la ciudad de Piura enfrenta condiciones laborales frágiles. Al cierre del tercer trimestre del año, 129,771 trabajadores, equivalente al 44.5% del total de empleados, se encuentran en situación de vulnerabilidad, según cifras de la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN) recopiladas por ComexPerú. El dato revela la persistencia de un mercado laboral marcado por la inestabilidad y la alta informalidad.
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El informe detalla que los trabajadores independientes concentran la mayor proporción de empleos vulnerables, con 100,961 personas, lo que representa el 77.8% del total. A este grupo se suman 10,508 trabajadores del hogar (8.1%), 17,480 trabajadores familiares no remunerados (13.5%) y 823 practicantes no remunerados (0.6%), evidenciando que una parte importante del empleo local carece de protección social y estabilidad económica.
Por sectores económicos, la vulnerabilidad se concentra principalmente en el comercio, que agrupa a 42,327 trabajadores en esta condición. Le siguen transporte y comunicaciones (29,364), otros servicios (25,877), alojamiento y restaurantes (13,875), manufactura (10,427) y el sector agropecuario (4,274). Estas actividades, muchas de ellas ligadas al autoempleo y a la informalidad, sostienen a miles de familias en Piura, pero con ingresos inestables.
Daniel Najarro, analista de estudios económicos de ComexPerú, explicó que los trabajadores vulnerables son aquellos con mayor riesgo de perder su empleo o ver reducidos sus ingresos, debido a la naturaleza inestable de sus ocupaciones y a la falta de condiciones laborales adecuadas.
Crecimiento del empleo no redujo vulnerabilidad
En términos generales, Piura registró 291,347 personas ocupadas durante el tercer trimestre, cifra que representa 5,303 empleos más en comparación con el mismo periodo del año anterior. No obstante, el crecimiento del empleo no ha logrado reducir de manera significativa la precariedad laboral. La ciudad reportó además 16,634 desempleados y 145,815 personas en edad de trabajar en condición de inactividad, lo que ubica la tasa de desempleo en 5.4% y la tasa de inactividad en 32.1%, reflejando los retos pendientes para mejorar la calidad del empleo en la región.
