En el Día Internacional del Cacao, el Perú celebra una de sus más grandes fortalezas agrícolas: su permanencia como octavo exportador mundial de cacao en grano, un hito que refleja el esfuerzo colectivo de cerca de 90 mil pequeños productores de la Agricultura Familiar, quienes cultivan este fruto en 16 regiones del país, principalmente en la Amazonía.
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El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) informó que el cacao ocupa actualmente el quinto lugar en la lista de productos de agroexportación, solo superado por los arándanos, uvas, paltas y café. Esta posición no solo ratifica el crecimiento sostenido del sector, sino que también consolida al país como un referente internacional en la producción de cacao fino y sostenible. En 2024, las exportaciones peruanas de cacao y sus derivados alcanzaron las 160 mil toneladas, generando ingresos por US\$ 1,280 millones, favorecidas por el alza de precios internacionales que oscilaron entre los US\$ 5,000 y US\$ 12,500 por tonelada.
Los principales destinos del cacao peruano fueron Estados Unidos —que se consolidó como el principal comprador—, seguido de Malasia, Indonesia, Países Bajos y Bélgica. Este posicionamiento en mercados altamente competitivos demuestra no solo la calidad del producto, sino también el compromiso de las comunidades productoras con prácticas responsables, sostenibles y de alto valor agregado.
Parte de la identidad cultural
Más allá de su impacto económico, el cacao es parte de la identidad cultural del Perú. El país tiene el reconocimiento de centro de origen del cacao y posee una de las mayores diversidades genéticas del mundo. Variedades nativas como el Blanco de Piura, el Nacional Puro de San Ignacio, el Marañón de Jaén, el Chuncho del Cusco y el Montaña de Junín ganaron la categoría de Cacaos Finos y de Aroma, de mucho valor en la industria chocolatera internacional por su calidad sensorial y trazabilidad de origen.
La producción se concentra principalmente en cinco regiones: San Martín, que lidera el ranking nacional, seguida de Junín, Ucayali, Huánuco y Cusco. Juntas, estas zonas representan el 86% del total de la producción nacional, y son clave para el desarrollo de cientos de comunidades que encuentran en el cacao una alternativa económica viable y sostenible.
Como parte de su estrategia de impulso a esta cadena de valor, el Midagri recordó que se encuentra en marcha el Plan Nacional para la Cadena de Valor del Cacao Chocolate al 2030, aprobado mediante Decreto Supremo N.º 017-2022-MIDAGRI. Este plan busca fortalecer la competitividad del sector con enfoque en innovación, calidad, sostenibilidad ambiental y equidad social, promoviendo a su vez el posicionamiento del Perú como un país líder en cacao y chocolates de origen.
Con este panorama, el Perú no solo exporta toneladas de cacao: exporta cultura, biodiversidad y trabajo con rostro humano. Cada grano representa una historia de esfuerzo, herencia ancestral y visión de futuro.
