Con profundo fervor mariano y en el marco del Año Jubilar 2025, la sagrada imagen de la Virgen de las Mercedes, patrona de la Arquidiócesis de Piura y Tumbes, realizará una esperada visita pastoral a la ciudad de Piura los días sábado 16 y domingo 17 de agosto. Este emotivo retorno, tras una década desde su última salida del santuario en Paita, marcará un momento de unión espiritual sin precedentes para miles de fieles del norte peruano.
Durante su estancia, se desarrollarán intensas jornadas de oración, misas solemnes y encuentros devocionales en distintas parroquias, con el objetivo de fortalecer la fe y renovar el compromiso cristiano de la comunidad. Hermandades, cofradías, sociedades religiosas y peregrinos acompañarán con profunda devoción a la venerada imagen en cada una de las actividades previstas.
El acto central será la Solemne Procesión Magna por las calles de Piura y el Gran Encuentro Jubilar, donde autoridades eclesiásticas y una multitud de fieles acompañarán a la imagen en un gesto de fe viva y colectiva. Esta histórica visita no solo reafirma el valor de las expresiones de religiosidad popular, sino que también fortalece el mensaje de esperanza y unidad que tanto necesita la región.
Festividad de la Virgen de las Mercedes
Cada 24 de septiembre, la ciudad de Paita, en el departamento de Piura, acoge a miles de peregrinos que llegan desde distintas partes del mundo para conmemorar la festividad de la Virgen de las Mercedes. Niños, jóvenes, adultos y ancianos visitan el santuario de la virgen «Mechita» para adorarla y pasearla en procesión.
Durante el recorrido, los peregrinos tienen la oportunidad de turnarse en cargar a la sagrada imagen, como una forma de veneración, así como para tocarla y sentir su poderoso influjo. Finalmente, se oficia una misa en honor a la santa, en agradecimiento por todos sus favores.
Fe, tradición y milagros
El inicio de este fervor religioso se remonta al año 1532, cuando la escultura de la virgen llegó al puerto de Paita traída por religiosos de la Orden de la Merced, por ese entonces bajo el nombre de María de las Mercedes.
Según cuenta la historia, la Virgen, traída por San Francisco de Asís, inicialmente debía ser trasladada hasta Piura; sin embargo, por motivos que se desconocen, la imagen se quedó con los paiteños, quienes la acogieron como su patrona.
Además, la imagen piratas que arribaron al puerto paiteño intentaron destrirla, pero la escultura se salvó del pillaje, motivo adicional para considerarla milagrosa.