Una infraestructura de alcantarillado al borde del colapso, tuberías con más de medio siglo de antigüedad y una ciudad que literalmente se hunde bajo sus propias calles. Esa es la radiografía crítica que enfrenta hoy Piura, luego de que un vehículo cayera la noche del martes en un enorme hueco formado sobre la transitada avenida Grau, a raíz del colapso del colector principal de 14 pulgadas.
La Empresa Prestadora de Servicios Grau (EPS Grau) anunció este miércoles 4 de junio, el inicio del proceso de rehabilitación de aproximadamente 80 metros de redes de alcantarillado, trabajos que comenzarán este jueves 5 de junio, como parte de una intervención de emergencia para evitar nuevas tragedias en esta arteria vital de la ciudad.
Los problemas de hundimiento se ubican frente al sector Parque Centenario, en el distrito de Veintiséis de Octubre, donde el pasado lunes personal técnico identificó dos hundimientos adicionales y un tercer tramo desplomado cerca del hospital Santa Rosa.
“En total, se tiene previsto reemplazar al menos 80 metros lineales de redes en estos sectores críticos. Estamos acelerando los procesos para iniciar la rehabilitación progresiva del sistema en un plazo mínimo de dos semanas”, indicaron desde la empresa.
Del mismo modo, los daños detectados no se limitan a la avenida Grau. En el asentamiento humano Nueva Esperanza, también se han registrado hundimientos y colapsos en el sistema de desagüe, cuyas tuberías datan de hace más de 40 años, según informó la subgerente zonal de la EPS Grau, Susana Bastarrechea.
Motobombas
A la par, la EPS ha solicitado apoyo al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) para el préstamo temporal de una motobomba de ocho pulgadas, la cual será utilizada para realizar trasvases de aguas servidas en las zonas afectadas y evitar más emergencias sanitarias.
En tanto, como medida de mitigación inmediata, la EPS intervino el Parque Centenario con el uso de una máquina hidrojet y cuadrillas especializadas. Ademas, estas labores continuarán en los próximos días para reducir el riesgo de nuevos afloramientos en puntos aledaños.
Finalmente, la situación pone sobre la mesa un problema estructural que Piura arrastra desde hace décadas: un sistema de alcantarillado colapsado por el tiempo, la falta de mantenimiento y la expansión urbana sin planificación. Hoy, las grietas no solo son subterráneas: están a la vista de todos.