Milagro de vida. El joven estudiante de enfermería, Ángel Torres Vergaray, de 22 años, fue dado de alta tras haber pasado casi un mes hospitalizado y sometido a múltiples intervenciones quirúrgicas que lograron salvarle la vida. El estudiante fue víctima de un violento ataque a solo unas cuadras de su hogar en el distrito limeño de San Martín de Porres (SMP), cuando delincuentes lo balearon sin piedad.
Después de ser ingresado de emergencia en el Hospital Negreiros de EsSalud, la vida de Ángel pendía de un hilo. Los disparos habían afectado órganos vitales como el hígado, el páncreas, el estómago y los intestinos. Sin embargo, la destreza y el compromiso del equipo médico, liderado por el cirujano Jean Izquierdo, hicieron posible lo que muchos hubieran considerado un milagro.
“Las cirugías permitieron restaurar y reparar el sistema anatómico y funcional del paciente. Después de muchos días de esfuerzo, está yendo a casa. Este tipo de cosas son las que, como cirujano, motiva a seguir creciendo”, señaló el Dr. Izquierdo, visiblemente emocionado por la recuperación de su joven paciente.
El caso de Ángel es una prueba del poder de la medicina moderna, pero también de su juventud y fortaleza física, que fueron clave para sobreponerse a las graves lesiones. Durante su hospitalización, pasó por varias cirugías delicadas que, paso a paso, lo fueron acercando a su recuperación total.
Recuperado
Esta mañana, en una emotiva ceremonia en el Hospital Negreiros, Ángel reapareció en público por primera vez desde el ataque. Conmovido y rodeado de familiares y amigos, caminó unos pasos, un gesto que no solo simbolizó su recuperación física, sino también su enorme voluntad de vivir.
Entre los presentes en la ceremonia estaban su madre y su amiga Joselyn, quien estuvo a su lado el día del atentado. Ambos no pudieron contener las lágrimas al ver al joven estudiante de enfermería avanzar hacia una nueva oportunidad de vida, tras haber estado tan cerca de la muerte.
Joven baleado en SMP
Ángel Torres Vergaray (22) resultó gravemente herido el 2 de septiembre, luego de que fuera baleado por delincuentes, en represalia por oponerse a ser asaltado.
Ese día, el joven salió de su casa muy temprano para ir a su centro de estudios. Torres Vergaray llegó caminando hasta la casa de una amiga, compañera de carpeta, tras lo cual se dirigieron juntos al paradero.
Al llegar a la calle Los Geranios, en la zona de Santa María de Naranjal; los jóvenes fueron interceptados por dos sujetos armados a bordo de una motocicleta. Los asaltantes encañonaron a los estudiantes y les obligaron a entregar sus pertenencias.
Ángel Torres Vergaray opuso resistencia y forcejeó con los malvivientes. Incluso, se puso delante de su amiga y le pidió que corra a pedir ayuda, mientras se enfrentaba a los ladrones. En represalia, los delincuentes le dispararon hasta tres veces.
