Lo que debía ser un ritual de sanación ancestral terminó en tragedia. Marcelina Panta Zapata, de 45 años, falleció la noche del lunes 7 de julio tras sufrir graves quemaduras durante un baño de florecimiento realizado por el curandero Sandy Chozo, en el distrito de Tambogrande. La víctima, que presentaba una dolencia en una de sus extremidades inferiores, acudió al curandero en busca de alivio. Sin embargo, el procedimiento terminó provocándole quemaduras de tercer grado en el 90% de su cuerpo.
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De acuerdo con el testimonio de su hermano, Víctor Panta Zapata, Marcelina logró comunicarse con su familia después del ritual. “Llamó a mi hermana para que la recogieran, decía que no podía caminar, que su cuerpo estaba lleno de heridas”, relató con profunda indignación. Al llegar al lugar, sus familiares encontraron a Marcelina en estado crítico y la trasladaron de inmediato al centro de salud local. Debido a la gravedad de sus lesiones, los médicos ordenaron su evacuación al hospital de Sullana, donde confirmaron el alcance de las quemaduras y procedieron a intubarla.
Pese a los esfuerzos del personal médico, el estado de salud de Marcelina se deterioró rápidamente. Horas más tarde, falleció debido a la gravedad de las lesiones. Su caso causó consternación entre los vecinos, donde este tipo de rituales aún son frecuentes, especialmente entre personas que buscan alternativas a la medicina convencional. La familia de la víctima denunció públicamente al supuesto curandero, acusándolo de negligencia y de huir tras el hecho.
Sandy Chozo, señalado como el autor del procedimiento, se encuentra actualmente no habido. Las autoridades policiales de Tambogrande iniciaron su búsqueda, pero hasta el momento no ha sido ubicado ni en su vivienda ni en otros sectores del distrito.
En tanto, la Fiscalía inició una investigación preliminar para determinar las circunstancias exactas del hecho y si se configura un delito de homicidio culposo o ejercicio ilegal de la medicina.
