La provincia de Nasca, en la región Ica, enfrenta una de las peores crisis de los últimos años debido a las intensas lluvias que han azotado la zona en los últimos días. La fuerza de las precipitaciones provocó la activación de quebradas y el desplazamiento de huaicos que han dejado a decenas de familias damnificadas, especialmente en el distrito de Vista Alegre.
Hasta el momento, son más de 500 familias que se han visto obligadas a abandonar sus residencias en busca de seguridad, de acuerdo con información de Latina Televisión.
Leer más: Senamhi advierte que la región Piura soportará fuertes lluvias y altas temperaturas
Desolador panorama en Vista Alegre
El centro poblado de Cajuca ha sido uno de los más afectados, con toneladas de lodo y agua que ingresaron a las viviendas, arrasando con lo que encontraban a su paso. En el sector La Primavera, al menos 15 familias perdieron todo. Las imágenes son impactantes: una de las casas quedó completamente inundada con un metro de barro en su interior.
La fuerza del huaico avanzó imparable a través del dren Santa Rosa, arrastrando piedras y lodo, destruyendo casas y dejando a decenas de personas sin hogar. Los sectores de Cajuca 2 y Cajuca 3 registraron más de 30 viviendas afectadas, lo que agrava aún más la situación de los pobladores.
La desesperación de los damnificados
«Hemos perdido todo. Necesitamos ayuda urgente, alimentos, agua y abrigo para nuestros hijos», expresó con angustia Juana Ramos, una de las vecinas damnificadas. La incertidumbre crece entre la población, que teme nuevos deslizamientos debido a la continuidad de las lluvias.
Los residentes piden una respuesta inmediata de las autoridades locales, regionales y nacionales. Exigen la llegada de ayuda humanitaria, así como una evaluación técnica de las quebradas activas para implementar medidas preventivas que eviten nuevas tragedias.
Ante el escenario crítico, la población de Nasca espera que las autoridades actúen con celeridad. «No podemos esperar a que suceda otra tragedia. Necesitamos obras de prevención y asistencia inmediata», manifestó Juan Carlos Guzmán, dirigente vecinal del sector Cajuca.
La situación en Nasca es crítica y las necesidades son apremiantes. La llegada de ayuda humanitaria y la ejecución de acciones preventivas son esenciales para mitigar el impacto de este desastre natural y devolver la esperanza a las familias que hoy lo han perdido todo.