Un nuevo hecho de violencia enluta a la Policía Nacional. El suboficial de segunda Juan Carlos Díaz Chapuñán, con nueve años de servicio, fue asesinado la noche del miércoles durante un feroz enfrentamiento con delincuentes armados en el distrito de Los Olivos, Lima. El crimen ocurrió en plena vía pública, muy cerca del óvalo Naranjal, cuando el agente intentaba detener a dos sujetos que huían en motocicleta tras intentar asaltar un negocio en el óvalo Huandoy.
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Según las primeras informaciones, la persecución comenzó cuando agentes de la comisaría de Sol de Oro detectaron a los presuntos ladrones en fuga y solicitaron apoyo debido a la violencia con la que actuaban. El suboficial Díaz, junto a un colega de la comisaría Laura Caller, se sumó a la operación. La carrera por atrapar a los criminales se trasladó hasta el jirón Marcará, donde los delincuentes abrieron fuego contra los policías. Díaz recibió cuatro impactos de bala y cayó gravemente herido de su motocicleta.
De inmediato lo trasladaron al hospital de Los Olivos, donde los médicos solo pudieron certificar su deceso. Cámaras de seguridad de un negocio cercano registraron parte del ataque, permitiendo a los investigadores identificar una de las motocicletas utilizadas por los atacantes.
Captura de venezolano
En la zona del óvalo Naranjal, la policía logró capturar a Jesús Alberto Chanchamire Ibarra (27), ciudadano venezolano, en posesión de un arma de fuego, dos teléfonos celulares y una de las motos empleadas en la fuga. El segundo sospechoso, sindicado como el autor de los disparos que acabaron con la vida del suboficial, continúa prófugo.
La institución policial expresó su pesar por la muerte de Díaz Chapuñán y aseguró que desplegará todos sus recursos para capturar al responsable.
Este es el segundo caso en lo que va de agosto en el que un efectivo pierde la vida enfrentando a delincuentes armados. A principios del mes, el agente José Gabriel Munive Gurmendi, falleció durante un enfrentamiento con delincuentes que asaltaban un camión de abarrotes en el distrito de La Victoria. Este hecho causó conmoción en el país, porque incluso se le robó el arma de reglamente, mientras agonizaba.
