La infraestructura del centro de salud de Cruceta se encuentra al borde del colapso. Tras décadas de abandono y sin un mantenimiento adecuado, las intensas lluvias y los fuertes vientos han causado el desprendimiento de gran parte del techo de calamina, exponiendo a pacientes y personal médico a un riesgo latente.
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El siniestro, que afortunadamente no dejó heridos, ha encendido las alarmas en la población, que exige una solución inmediata. María Coronado Sánchez, integrante del Comité de Desarrollo Local, alertó que el centro de salud cuenta con más de 60 años de antigüedad y nunca ha recibido una rehabilitación integral.
“Estamos preocupados por la seguridad de los pacientes y el personal médico. Las paredes están humedecidas y podrían colapsar en cualquier momento. No queremos esperar a que ocurra una desgracia para que recién nos escuchen”, expresó Coronado Sánchez.
A pesar de los reiterados pedidos de inspección y apoyo a la Municipalidad Distrital de Tambogrande y al Gobierno Regional, hasta el momento no se ha obtenido respuesta. Los pobladores demandan una acción inmediata para la construcción de un nuevo centro de salud que brinde condiciones dignas de atención.
El llamado es claro: prevenir antes que lamentar. Las autoridades tienen la responsabilidad de actuar con urgencia antes de que este centro de asistencia médica se convierta en escenario de una tragedia.
