Juntos en la eternidad. El agricultor Miguel Cueva Chuquiguanga, de 56 años, quien sufrió graves quemaduras durante un incendio ocurrido en una parcela de la localidad de Asiayaco, en la provincia de Ayabaca, lamentablemente falleció tras no resistir a las heridas en el Hospital de Apoyo II-2 de Sullana. Días atrás su hijo falleció tras sufrir extensas quemaduras en el mismo incidente.
Los restos de Cueva Chuquiguanga serán trasladado a su localidad para dar el último adiós el jueves 5 de septiembre; mientras que los restos de su hijo Brayan Cueva Abab, quien falleció el 31 de agosto por la noche, fueron sepultados esta tarde en el cementerio de Surupite Pacainio.
La trágica pérdida de padre e hijo ha devastado a la familia y conmocionado a la comunidad, que ahora se prepara para despedir a sus seres queridos en medio de un profundo dolor.
El siniestro se produjo el 27 de agosto, mientras ambos realizaban la quema de maleza en una chacra. Sin embargo, los fuertes vientos que soplaban en la zona provocaron que las llamas se extendieran rápidamente hacia otros predios. En un acto de desesperación por controlar el fuego, padre e hijo lucharon para aplacar las llamas, pero fueron alcanzados por el incendio, sufriendo graves quemaduras en gran parte de sus cuerpos.
Inicialmente, los familiares de las víctimas los trasladaron al centro de salud de Ayabaca, pero debido a la gravedad de las lesiones, fueron referidos al Hospital de Apoyo II-2 de Sullana. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos médicos, Brayan Cueva Abab falleció la noche del 31 de agosto. Su padre, Miguel Cueva Chuquiguanga, no resistió a las heridas y murió días después en el mismo hospital.
