Luego de más de tres años de dolor, incertidumbre y una incansable lucha de su familia, el caso de la desaparición del estudiante Anthony Iván Camizán Guerrero comienza a encaminarse hacia la verdad. El Poder Judicial declaró fundado el requerimiento de prisión preventiva por nueve meses contra el policía Edixon Rone Córdova Godos (29), señalado como presunto autor del delito de secuestro agravado, marcando así un punto de quiebre en una investigación que durante años estuvo estancada.
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La medida fue dispuesta por el juez del Juzgado de Investigación Preparatoria de Chulucanas, Raúl Álvarez García, quien además ordenó que se giren las órdenes de ubicación y captura Córdova Godos. La decisión responde al pedido formulado por el Ministerio Público, a través de la fiscal provincial Aholiban Guerrero Castillo, del Tercer Despacho de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Morropón, quien sustentó su requerimiento con nuevos elementos de convicción que fortalecen la hipótesis fiscal.
Nuevos indicios
Según lo expuesto por la Fiscalía, estos nuevos indicios permitirían vincular directamente al investigado con la desaparición de Anthony, ocurrida el 21 de agosto de 2022. Entre los principales elementos figuran el acta de denuncia verbal presentada por el hermano del joven, declaraciones testimoniales, mensajes enviados por Anthony a una amiga, que evidenciarían una presunta relación sentimental entre la víctima y el imputado, así como el reporte de llamadas telefónicas proporcionado por la empresa Entel Perú S.A. Dichos registros revelarían que el investigado habría mantenido comunicación telefónica con Anthony horas antes de su desaparición.
La Fiscalía también sostuvo que esta relación habría estado marcada por episodios de violencia, lo que refuerza la gravedad de los hechos y la sospecha sobre la participación del imputado. El juzgado consideró que estos elementos configuran una sospecha grave, además de existir peligro de fuga, razones suficientes para dictar la prisión preventiva solicitada.
Este avance judicial se suma a otra decisión relevante adoptada días atrás, cuando el Poder Judicial dictó prisión preventiva contra el policía Mell Gipson Sancarranco Vega, investigado por los presuntos delitos de encubrimiento real y obstrucción a la justicia. Ello, tras la aparición del teléfono celular de Anthony, el cual se halló en poder de una joven que aseguró haberlo adquirido de la hermana del agente policial, hecho que generó serias dudas sobre un posible intento de encubrimiento.
La lucha continúa
Para la familia Camizán, esta resolución judicial representa mucho más que una medida legal. Junior Camizán, expresó que, si bien la decisión no devuelve a su hermano Anthony, sí renueva la esperanza de que la verdad salga finalmente a la luz.
“Han sido años de dolor, de noches sin dormir y de preguntas sin respuesta. Esta decisión no nos devuelve a mi hermano, pero sí nos devuelve un poco de esperanza, la esperanza de que la verdad no se esconda y de que la justicia llegue”, manifestó a Reporteros 365.
Agradeció además el respaldo permanente de su familia, amigos, abogados y de la prensa por no abandonar el caso, así como la labor de efectivos policiales de DIVINCRI, a quienes destacó por su trabajo honesto y comprometido.
El caso Anthony Camizán, que durante años simbolizó la impunidad y el silencio, inicia ahora una nueva etapa. La prisión preventiva dictada contra los presuntos responsables representa el primer paso firme hacia la justicia y abre el camino para esclarecer qué ocurrió realmente con el joven estudiante. Para su familia, la lucha continúa, pero hoy, por primera vez en mucho tiempo, sienten que la verdad está un poco más cerca.



