“Cuando la puerta se rompió, vi un espacio y pensé que podía escabullirme”. Así narró Vishwash Kumar Ramesh, de 40 años, los segundos que marcaron la diferencia entre la vida y la muerte en el accidente del vuelo de Air India que dejó 265 fallecidos, incluyendo 24 víctimas en tierra.
Desde la cama de un hospital en Ahmedabad, con el brazo vendado y visibles señales del impacto, Ramesh habló en hindi con la cadena nacional DD News. Aún en estado de shock, aseguró no entender cómo logró sobrevivir. “Vi todo con mis propios ojos. Incluso yo no podía creer que había salido vivo de ahí”, confesó.
Leer más: Tragedia aérea en India deja al menos 204 fallecidos: avión se estrella en zona residencial
Ocupaba el asiento 11A del Boeing 787-8 Dreamliner, una ubicación que, según él, pudo haber sido clave para su salvación. “Sentí una falla al despegar… luces verdes y blancas se encendieron y el avión giró bruscamente hacia una casa”, recordó. Tras el impacto, logró desabrocharse el cinturón y vio una abertura en medio del caos. “Corrí por mi vida”, dijo.
El avión, que iba con el tanque lleno de combustible, se convirtió en una bola de fuego segundos después de levantar vuelo. Las causas del accidente aún son materia de investigación. Mientras tanto, el relato de Ramesh se convierte en la única voz que puede dar testimonio desde el interior de la tragedia.
«Pensé que iba a morir»
Ramesh, de 40 años, es oriundo de la ciudad británica de Leicester, según la agencia de noticias británica Press Association, que habló con su familia.
«Al principio, yo también pensé que estaba a punto de morir, pero luego abrí los ojos y me di cuenta de que seguía vivo», explicó.
«Vi a las azafatas y a hombres y mujeres delante de mí», afirmó, con la voz entrecortada por la emoción. «Me desabroché el cinturón de seguridad e intenté salvarme, y lo conseguí».
«Creo que el lado en el que estaba no daba a la residencia. Estaba más cerca del suelo y también había espacio», contó.
Videos compartidos en redes sociales mostraron a Ramesh poco después, con la camisa ensangrentada y cojeando, pero caminando hacia una ambulancia.
