El futbolista peruano Christian Cueva emitió un comunicado a través de sus redes sociales en respuesta a las acusaciones de violencia familiar formuladas por su expareja, Pamela López. En el mensaje, Cueva admite su responsabilidad en los hechos, aunque aclara que su conducta fue una reacción a la situación en lugar de un acto espontáneo de agresión.
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En su comunicado, Cueva reconoce tener una personalidad complicada y defectos, pero niega ser un abusador, como se le acusa. “Hoy quiero abrir mi historial médico y someterme a cuanta pericia se disponga. Lo hago, no con el propósito de que se me exonere de culpa, sino simplemente para que se vea que la situación es más compleja de lo que parece”, señala el futbolista.
El jugador también solicita que se le permita continuar con su carrera futbolística, destacando el deporte como su principal apoyo emocional durante esta crisis. Cueva enfatiza que el fútbol es crucial para su bienestar y estabilidad emocional.
Del mismo modo, Cueva hace referencia a un diagnóstico médico de diciembre de 2023, que indica que padece de depresión crónica. Según él, esta condición influyó significativamente en su comportamiento y es un factor clave en la complejidad del caso. “Mi diagnóstico de depresión crónica es parte de la complejidad de mi situación actual”, explica.
Cueva manifiesta su disposición a someterse a exámenes médicos y psicológicos para proporcionar una visión más completa de los hechos y demostrar que no busca eludir sus responsabilidades. Su objetivo es aclarar la situación y mostrar que la crisis que enfrenta es más profunda de lo que aparenta.
Pamela López sufre fuerte ataque de llanto
Pamela López sacudió el mundo de la farándula al hacer pública una denuncia en contra de Christian Cueva, acusándolo de agresión. La esposa del futbolista rompió su silencio durante una entrevista en “América Hoy” y posteriormente ofreció una conferencia de prensa donde presentó pruebas que respaldan sus declaraciones.
En las imágenes capturadas tras bambalinas, se puede ver cómo Pamela, después de finalizar la conexión con el programa de Ethel Pozo, se quiebra emocionalmente y comienza a llorar sin consuelo.
Oswaldo Arteaga, reportero del programa, la abrazó en un intento de reconfortarla, mientras ella sufría un fuerte ataque de llanto debido al impacto de la situación.