El fútbol peruano despidió a una de sus leyendas más queridas, Hugo «Cholo» Sotil, en un homenaje que combinó la nostalgia y el orgullo por su legado. Los restos del histórico futbolista fueron enterrados en Campo Fe de Huachipa, cumpliendo su deseo de partir rodeado de los colores que marcaron su vida deportiva: Alianza Lima y Barcelona.
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El velorio se realizó en el emblemático Estadio Alejandro Villanueva desde el lunes 30 de diciembre, donde decenas de hinchas acudieron a despedirse del ídolo. En un acto lleno de emoción, el ataúd recorrió el campo donde brilló como bicampeón en 1977 y 1978, y tuvo la ovación de la afición que nunca lo olvidará.
Tras el tributo en Matute, el cortejo fúnebre llevó los restos de Sotil a su vivienda en San Luis, donde familiares y amigos le dieron el último adiós. «El Cholo», símbolo de talento y humildad, deja un vacío irremplazable en el deporte peruano, pero también un legado imborrable que seguirá inspirando a futuras generaciones.
Adiós a un ídolo
Como se sabe, el histórico futbolista de la selección peruana, con la que disputó dos Copas del Mundo y ganó una Copa América, perdió la vida a la edad de 75 años, el último lunes 30 de diciembre, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital 2 de Mayo por serios problemas de salud.
La historia de Hugo «Cholo» Sotil es un relato de perseverancia, pasión y gloria. Desde los polvorientos campos de su natal Ica hasta los estadios más prestigiosos de Europa, Sotil deslumbró con su habilidad técnica, velocidad y una capacidad innata para entender el juego. Aunque sus raíces como hincha de Alianza Lima marcaron su juventud, su inicio profesional fue en el Deportivo Municipal, donde su talento pronto lo catapultó a la fama.
