Trujillo, una ciudad golpeada por la inseguridad y la violencia criminal, enfrenta un nuevo escándalo que sacude a la opinión pública: una fotografía recientemente difundida muestra a policías de la División de Investigación Criminal (Divincri) de la Policía Nacional del Perú (PNP) compartiendo en una piscina con presuntos integrantes de la organización criminal ‘Los Pulpos’.
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La imagen, obtenida por RPP Noticias, revela un ambiente distendido en el que los policías aparecen sonrientes y abrazados con presuntos delincuentes. Este hecho ha generado profunda preocupación respecto a posibles vínculos entre funcionarios públicos y el crimen organizado.
Según las primeras indagaciones, se trataría de tres suboficiales que, en su mayoría, fueron rotados previamente por presuntas conexiones con organizaciones criminales. En la fotografía se identifican a cuatro individuos que serían integrantes de ‘Los Pulpos’, una banda dedicada a la extorsión, el sicariato y otros delitos que mantienen en vilo a Trujillo.
Policías con antecedentes cuestionables
La situación se torna más grave al conocerse que uno de los suboficiales en noviembre de 2023, sus superiores lo rotaron, tras ser incluido en una lista de efectivos con acusaciones por presuntas irregularidades. Otro de los agentes, insólitamente se le menciona en conversaciones de WhatsApp halladas en el celular de Esneider García Burgos, alias ‘Taba’, presunto miembro de ‘Los Pulpos’, quien mantenía contacto directo con policías de una comisaría. En esos chats, se evidenció que algunos agentes solicitaban dinero para pagar la cuenta de Netflix de la dependencia policial, además de coordinar presuntas acciones delictivas.
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El tercer policía identificado en la imagen aún seguiría laborando en la Divincri, lo que desató la indignación ciudadana y la exigencia de una pronta respuesta por parte de las autoridades.
Investigación en marcha
La PNP anunció el inicio de una investigación exhaustiva para determinar el lugar, la fecha y el contexto de la fotografía en mención, que, según las primeras conjeturas, el hecho ocurrió a mediados del año pasado. Asimismo, se busca establecer si los agentes incurrieron en actos de corrupción o complicidad con la organización criminal.
Este escándalo ha vuelto a poner en el centro del debate la integridad de las instituciones encargadas de combatir el crimen en una ciudad donde la violencia ha cobrado cientos de vidas en los últimos años. La población espera respuestas y, sobre todo, acciones contundentes para recuperar la confianza en su Policía Nacional.
