El juicio oral contra el expresidente Martín Vizcarra por el presunto delito de cohecho pasivo propio reveló este martes nuevos y preocupantes detalles sobre un caso que lo involucra en el presunto cobro de sobornos durante su gestión como gobernador de Moquegua (2011-2014). José Hernández Calderón, exministro de Agricultura, aseguró que Vizcarra solicitó y recibió un soborno de 1 millón 300 mil soles para adjudicar la obra del Hospital de Moquegua, y que los pagos ilícitos se concretaron en varias entregas entre 2014 y 2016.
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“El amigo del sur» y los pagos en efectivo
Según el relato de Hernández, el primer contacto ocurrió en noviembre de 2013, cuando Rafael Granados, gerente comercial de la empresa ICCGSA, lo buscó para que intercediera con Vizcarra en favor del consorcio que buscaba adjudicarse la obra. Durante una conversación telefónica, el entonces gobernador regional habría solicitado el soborno, describiéndolo como «un premio» o «algo adicional». El monto acordado fue de 1 millón 300 mil soles, que se entregarían en partes.
Los pagos, según Hernández, se realizaron en seis entregas, las cuales coordinaba a través de mensajes de WhatsApp, donde Vizcarra era apodado como «el amigo del sur». En dos ocasiones, el testigo recogió sobres sellados con dinero de las oficinas de ICCGSA en Lima y los envió a Vizcarra mediante un chofer. En otras tres ocasiones, entregó el dinero directamente en la oficina del expresidente, quien llegaba con un maletín para recoger los montos. Estas entregas se documentaron en conversaciones y durante la audiencia el fiscal Germán Juárez Atoche las expuso.
«En tres oportunidades más recogí el dinero, con el argumento de que Vizcarra no podía ir y me decía que lo traiga a la oficina y él lo recogía […] Él venia con un maletín de cuero de color marrón oscuro, ahí ponía el dinero y se lo llevaba», dijo.
«No seguí porque me estaba utilizando»
Hernández confesó que, hacia finales de 2014, decidió desvincularse de la operación al sentir que estaba siendo usado por Vizcarra. «Tuvimos una conversación agria. Me desentendí por meses», declaró. Sin embargo, en 2015, Vizcarra retomó las coordinaciones directamente con Granados, continuando, presuntamente, con los cobros.
Una prueba más en un juicio clave
El testimonio de Hernández no solo detalla el presunto esquema de sobornos, sino que también incluye pruebas concretas, como capturas de conversaciones de WhatsApp y relatos de las entregas. Estas evidencias podrían ser determinantes en el proceso judicial que enfrenta Vizcarra por este y otros casos de corrupción relacionados con su gestión.
El expresidente, quien ya enfrenta cuestionamientos por la obra Lomas de Ilo, deberá responder a estas acusaciones en un juicio que podría marcar un antes y un después en los casos de corrupción de alto nivel en el país. Mientras tanto, los peruanos siguen atentos al desenlace de un caso que pone nuevamente bajo la lupa a las más altas esferas del poder.