Este 23 de octubre, la región Piura se hizo escuchar al unirse al paro nacional de transportistas. Diversos colectivos civiles se congregaron en puntos clave como el óvalo Piura-Chulucanas, donde las protestas se centraron en el reclamo por la creciente inseguridad que azota a la región.
Simultáneamente, otro grupo de manifestantes se movilizó desde el trébol de Catacaos hacia el centro de la ciudad, sumándose a los gremios que apoyaron el paro. La jornada dejó claro que el descontento de la población va más allá de la crisis en el sector transporte: la inseguridad ciudadana ha alcanzado niveles críticos y se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los piuranos.
Del mismo modo, diferentes gremios como profesores, comerciantes, transportistas y la sociedad civil se congregaron en el parque infantil Miguel Cortés, desde donde marcharon por las principales calles del centro de la ciudad hasta llegar al Gobierno Regional de Piura donde exigieron la presencia del gobernador Luis Neyra, quien pese a los reiterados pedidos no recibió a los manifestantes.
De esta manera, las calles hablaron. La protesta dejó un mensaje contundente para las autoridades: la necesidad urgente de atender los problemas de seguridad que afectan la vida diaria de los ciudadanos.
Paro en el Bajo Piura
Desde tempranas horas de la mañana, cientos de pescadores y transportistas bloquearon varios tramos de la carretera Piura – Sechura, como el puente “Mocho” y la salida hacia el distrito de Vice, donde incluso algunos manifestantes se acostaron en medio de la vía para impedir del paso de los diferentes vehículos.
Finalmente, hasta esta zona acudió la Policía Nacional del Perú para conminar a los manifestantes a desbloqueas la carretera.