Hoy la crisis del agua golpea a todos, no hay diferencia entre grande y pequeño en el sector agrícola. Las deficiencias que tenemos se dan en todo nivel, desde la autoridad hasta el usuario. No podemos seguir sin sincerar las áreas de cultivo, debemos retomar el criterio de distribución de agua en base a la sectorización, gestionar el programa de enmiendas y mantener el uso del agua en un marco técnico, eliminando el sesgo político.
Considerando que desde junio se sabía que este era un año extraordinariamente seco, la decisión más efectiva a esta situación hubiera sido restringir el agua del reservorio Poechos desde ese periodo. Los cortes de agua se iniciaron en agosto, a razón de 7 días por mes, y se proyectaron hasta el mes de diciembre; sin embargo, la oferta de agua no llegó a la estimación y semana a semana veíamos cómo se agotaba la reserva. Poechos no sólo sirve para irrigar campos de cultivo, también permite generar energía hidráulica, es la principal fuente de agua para uso poblacional, además de permitir el desarrollo de otras actividades productivas como acuicultura, ganadería e industrial.
La prioridad del uso poblacional y primario se ha mantenido hasta la fecha, cumpliendo lo que indica la Ley de Recursos Hídricos; sin embargo, ha dejado de manifiesto que no tenemos un plan de contingencia que asegure, ante un problema de déficit, contar con otra fuente de agua para la población.
El más grande impulsador de nuestra economía, no sólo se ve afectado en las grandes avenidas y en los periodos de déficit hídrico, también se ve afectado lentamente por actividades de explotación minera no autorizadas. Debemos actuar de manera integral para proteger y preservar el recurso hídrico, que es el principal impulsor de nuestra economía y sostenibilidad de cientos de familias en nuestra región.
Por: Paola Gutiérrez, asesora en temas hídricos de la Asociación de Productores Agroindustriales de Piura.